miércoles, 23 de julio de 2008

Problema: Designación del Representante de la Dirección

Observamos con demasiada frecuencia que, al designar al Representante de la Dirección para el SGC, son las personas de menor nivel en la organización las que se sacan el premio en "la rifa del tigre": instructores (en el mejor de los casos) secretarias, almacenistas, ...
Cuando se presentan estas situaciones es típico que el SGC no se implante o no funcione adecuadamente. Si la razón para que alguna de estas personas sea designada es porque los directivos del CECATI "no tienen tiempo para atender otros asuntos", se percibe que en realidad, el grupo de directivos tiene poco compromiso con el SGC y así, el RD está más bien condenado al fracaso, porque deberá luchar contra todo y contra todos. El único resultado lógico es que el SGC no opere nunca.
El asunto no es trivial. De hecho, es de vida o muerte para el SGC.
Internacionalmente, es un asunto que se discute en los foros de especialistas en los SGC bajo la norma ISO 9001. Se discute que la norma no exige específicamente, que el RD deba ser alguien de la Alta Dirección y que se debe acudir a la ISO 9004 para poder "deducir" que "debería" designarse a una persona con autoridad suficiente como para "forzar" a los renuentes, a realizar lo que debe hacerse para que un sistema opere correctamente: que cada miembro de la organización haga lo que le corresponde, en el tiempo y la forma correctos.
Más o menos, al 50% de los expertos les parece que quienes actúan de esta manera, no exhiben mucha eficacia directiva. El 50 % restante, parece haberse rendido más bien a la realidad cotidiana, que nos muestra la faceta "económica" del ser humano, que se afana arduamente en "delegar" en otro sus propias responsabilidades.
Vaya, parodiando a cierto político nacional de primer nivel, no debemos preocuparnos, porque "sucede hasta en las mejores familias".
Desde luego que existen muchas posibilidades: algún plantel en el que los cuatro directivos REALMENTE tengan tanto trabajo que literalmente no les sea posible atender ningún otro asunto, por importante o vital que sea; o un programa de "couching" con su personal, al que se le dá oportunidad de enfrentar proyectos realmente retadores (claro, bajo la protección y supervisión de alguno de los miembros de la Alta Dirección de la organización) o alguna situación que no imagino aún.
Recordemos que es importante que los auditores lleguen a la auditoría SIN PREJUICIOS, para no "levantar" No conformidades pretendiendo exigir un cumplimiento de la norma "con punto y coma"; no debemos olvidar que en general, es la organización la que decide la mejor manera que tiene de dar cumplimiento a los requisitos de la norma. Sin embargo, el asunto es suficientemente importante como para discutir sobre él, ¿no lo creen?
Ahora, para actuar con un mismo criterio a nivel nacional, propongo que, dado que en la norma no encontramos un requerimiento específico, cuando practiquemos una auditoría interna a alguno de nuestros CECATI, no demos importancia al hecho de que el RD no sea un Jefe de Área, sino que se hayan cumplido los requisitos que sí están establecidos en la norma: que se haya designado formalmente, que su designación haya sido hecha del conocimiento de todo el personal y que se le haya otorgado la autoridad necesaria en materia del SGC.
Las evidencias indicarán si la designación del RD ha sido acertada, pero cualquiera que sea el resultado, en el informe de la auditoría no deberá hacerse ninguna alusión al respecto.

2 comentarios:

Rafael dijo...

Hablando de realidades, la mas cruel es que el Director no tiene normativamente la facultad de "dar autoridad" y en algunos casos en los que recae dicha autoridad tiene la creencia de que por ser RD ya es también Directivo, provocando conflictos con el personal al tomarse atribuciones que efectivamente no le corresponden.

Tengo el convencimiento de que esa autoridad sería vigente siempre y cuando se hubiere realizado el trabajo de sensibilización para la implantación del SGC con el personal de manera eficiente.

Los aspectos político-normativo son un verdadero obstaculo para la implementación, sin embargo los esfuerzos deben realizarse si es que pretendemos que esto funcione.

Ing. Alvarado dijo...

En el primer párrafo del comentario de Rafael, se corrobora la importancia de que el RD sea un miembro del grupo directivo del plantel. Así se evitan los conflictos con el personal.
Por otra parte, es también común que el grupo directivo espera que venga una persona de fuera a realizar la "sensibilización" del personal del plantel a su cargo, cuando es una de sus responsabilidades más fuertes en materia del SGC.
Me parece que los comentarios van corroborando mi expresión cotidiana en el sentido de que no hemos dado la importancia debida al proceso de comunicación en el proyecto del SGC.