La norma de referencia de nuestro SGC institucional, ISO 9001:2008, no introduce ningún nuevo requisito ni exige algún nuevo registro de calidad.
Así que podemos emplear esta entrada para insistir en un aspecto estratégico de todo SGC que se precie de estar diseñado para cumplir con el gran objetivo de MEJORAR CONTINUAMENTE EL DESEMPEÑO DE LA ORGANIZACIÓN.
Continúan apareciendo los "gurús" de la calidad que nos ofrecen su sapiencia para mejorar el SGC. Con frecuencia, con recetas desarrolladas por su brillante y único intelecto sobresaliente; a veces, "reinventando" la norma de referencia.
Hace poco recibí la presentación que elaboró uno de estos genios para un seminario que impartió. En él, insiste en que el objetivo de la auditoría del SGC es la mejora del producto.
¡Mentira!
El objetivo de la auditoría está claramente expresado en su definición: proceso sistemático, independiente y documentado para obtener evidencias de la auditoría y evaluarlas de manera objetiva con el fin de determinar el grado en que se cumplen los criterios de auditoría.
Si el objetivo fuese mejorar el producto, las estrategias serían diferentes, pero como el objetivo es mejorar el SGC, las estrategias consisten en establecer como resultado, un Informe de auditoría en el que se concentran las No Conformidades, perfectamente identificadas conforme al requerimiento de la ISO que se contraviene precisamente para poder establecer un Plan de Acciones Correctivas y realizar inmediatamente las correcciones necesarias.
Como ya señalamos en una entrada antecedente, el verdadero espíritu de la norma ISO 9001 radica en los OCHO PRINCIPIOS DE LA GESTIÓN DE LA CALIDAD y en los 12 FUNDAMENTOS DE LOS SGC. En ellos se insiste sobremanera en la Mejora Continua, al grado de que se dedica a ella todo un subcapítulo de la norma (ver 8.5 MEJORA, de la norma ISO 9001:2008) porque un SGC que no se mejora continuamente, muy pronto se transforma en algo obsoleto que es rebasado por otras organizaciones más dinámicas que sistemáticamente buscan la manera de acortar tiempos de proceso, simplificarlos, hacerlos más eficientes, "seducir" al cliente, etc.
A proposito de la Mejora del SGC, nada impide que una organización emplee una herramienta de mejora más sofisticada que el Ciclo Demming, que ya debe ser aplicado exitosamente hasta por "los chiquillos y las chiquillas" de Jardín de Niños y probablemente aburra a más de un CECATIANO de pura cepa, por su sencillez.
Si usted, director de plantel, padece este problema, le sugiero investigar la "Teoría de Restricciones" y aplicarla como herramienta de Mejora Continua del SGC. Basta con declarar esta práctica en la documentación de su SGC para que en lo futuro, las auditorías del SGC acepten esta herramienta como algo de aplicación institucional y no declarar No Conformidades por emplear ésta, un poco más compleja, en lugar del viejo ciclo Deming.
miércoles, 3 de noviembre de 2010
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