viernes, 8 de octubre de 2010

ESTADO ACTUAL DEL SGC

Cuando observo la ausencia de comentarios de los compañeros de los planteles a las distintas entradas de este blog, inmediatamente pienso que es uno de mis mayores fracasos. La sensación de fracaso se debe a que el blog fué creado en los momentos en que personalmente, padecía una verdadera euforia por la calidad y el objetivo era que sirviera de punto de encuentro de inquietudes y opiniones, de planteamiento de preguntas y de respuestas que otros planteles hubieran encontrado para los problemas planteados.
Mucha agua ha pasado bajo el puente y mi postura ante los SGC basados en la norma ISO 9001 se ha ido transformando paulatinamente, desde aquél fanatismo ingenuo hasta la decepción actual. Es justo aclarar que no soy la única persona que ha sufrido esta metamorfosis; aún participo esporádicamente en foros internacionales sobre modelos de calidad ISO 9001 y en ellos, es tónica común encontrar posturas similares a la mía.
Cuando iniciamos la propuesta de implantar un SGC en los CECATI del país, sabíamos que el elemento clave es el ser humano; incluso así lo planteábamos en nuestras reuniones de trabajo en aquellos planteles en donde se nos permitía . Cuando algún compañero nos planteaba sus dudas sobre el éxito del proyecto, aduciendo que el personal era negativo y que primero era necesario cambiar su mentalidad, solíamos contestarle que no era necesario, porque el SGC no dejaba margen para ello, dado el control de procesos que contenía.
Nosotros sostenemos que el personal de los CECATI es magnífico, el mejor de toda la SEP. El malo es el sistema bajo el cual trabajamos, los procesos que nos vemos obligados a ejecutar todos los días, son perversos y por ello, es difícil que obtengamos el éxito.
Pero sistema y procesos son mejorados cuando se aplica sobre ellos un SGC o un modelo de mejora continua, o de calidad total. Sin embargo, por ser herramientas, los SGC darán resultados buenos, regulares o malos, en función de las personas que los aplican.
Es fácil contaminarse de negativismo por la interacción con compañeros que se encuentran decepcionados porque el sistema los ha frustrado. Pero el único que puede transformar los sistemas, los procesos y el mundo entero, es el trabajador.
El SGC es un apoyo que los trabajadores deberíamos abrazar fervientemente, con tanta o más pasión que a nuestros amores juveniles. Sólo la aplicación correcta del SGC nos puede ayudar a una mejora consistente, siempre y cuando lo apliquemos sin desviaciones y con perseverancia.
Perseverancia ..... sí, creo que ésa es la clave.
Al menos, perseverantemente aquí sigo esperando sus consultas. Y deseándoles lo mejor de la vida, hoy, hoy, hoy.